domingo, 14 de octubre de 2012

Pensemos en violencia

¿Para qué ganar los 3 puntos? ¿Para qué vencer a tu rival? ¿Por qué ganar campeonatos? ¿Clásicos? ¿Para qué jugás? Esto se lo pregunto a los chicos que practican el fútbol infantil en la Argentina pero también estos párrafos van dirigidos a los padres que llevan a sus hijos a jugar a este hermoso deporte.
Este deporte que hace que la pasión de las personas vaya al punto más extremo de todos. Hace que la adrenalina sea abultada y a veces esté de más. Pero, ¿se puede corregir esto?, ¿está mal? Seguramente haya opiniones diferentes. Entonces yendo a los chicos del baby fútbol que tienen entre 7 y 14 años hay que tener en cuenta que son nenes todavía. Tienen esa habilidad de absorber todo lo que ven y los rodean. Si ganan, mejor pero meterse en la cancha para pelearse con el árbitro, con el técnico, o con el público adversario es inadmisible.
¿Cuál es la diferencia entre jugar y divertirse? Estos dos factores deberían unirse y hacerse uno sólo para que el complemento sea el ideal. Los chicos, como esponjas, aprenden en esta circunstancia. Seguramente sea algo que nunca se olviden y cuando crezcan recuerden que practicaron este deporte cuando eran niños. Si hablamos de aprender, los padres tienen que entender que es un juego (tampoco justifico a los incidentes en el fútbol profesional). Están sus hijos, nietos, sobrinos en el medio.
Cuánto tardarémos en decir que no hay violencia en el baby y estar contento por eso. Hace 12 años comenzaba a jugar en una liga y hoy mismo puedo decir que estamos igual y hasta peor. Las cosas que vi y me cuentan es para no creer por alguien que nunca vivió esto.
Pareciera que sólo nos queda el consuelo de aceptar esto y esperar sentados a que esto cambie. Wordle: Violencia en el Baby fútbol