viernes, 24 de junio de 2011

Martin para todos

Con ustedes Martin Palermo.



Nació el 7 de noviembre de 1973 en La Plata. En el secundario demostraría que no se llevaba nada bien con el estudio. En el Sagrado Corazón, comenzaron sus duelos con los mellizos Barros Schelotto. En esos mismos años conseguía 5 títulos en las inferiores del Estudiantes de su ciudad natal. Pero sus inicios en Primera fueron muy duros. En el comienzo no jugaba, el equipo sufría por las malas campañas y estuvo a punto de irse a San Martín de Tucumán. Recién con la llegada de Daniel Córdoba como técnico, en el Apertura, su carrera futbolística cambió. Fueron 36 los tantos en el Pincharrata. Tuvo minutos, confianza, empezó a meter los goles que antes no hacía, se platinó el pelo, se convirtió en capitán, todo el mundo empezó a hablar de él y fue transferido a Boca.

Boca lo pagó 4 millones de dólares. También se le hizo difícil meter el primer gol. Tardó 452 minutos en festejar, fue contra Independiente, a los 30 segundos. En el Apertura 98, de la mano de Bianchi, Palermo fue goleador del torneo con 20 tantos en 19 partidos en el primer título para él. También lo fue en el Clausura 07 con 11 gritos. La dupla con Guillermo era un hecho y los títulos no tardarían en venir. Fue campeón del mundo.

Otros títulos del Titán fueron: Copa Intercontinental 2000; Copas Libertadores 2000 y 2007; Copa Sudamericana 2004 y 2005; Recopa 2006 y 2008; y los torneos locales Cl 1999, Ap 2000, Ap 2005, Cl 2006 y Ap 2008.

Con la Selección Argentina también tuvo una relación singular. En la Copa América de Paraguay 1999 falló tres penales, lo que fue un nuevo récord Guinness en este rubro: fue a los 5 del primer tiempo y a los 31 y 45 del segundo. Tomó revancha el 10 de octubre de 2009 donde colaboró para la sufrida clasificación para el Mundial 2010 contra los peruanos. Al minuto 93, del partido contra Perú, apareció el Loco y concretó el 2 a 1 final. En Sudáfrica tardó 8 minutos en festejar contra Grecia. Entró a los 35 del segundo y marcó a los 43. Con sus 36 años Martin se convirtió en el argentino más grande en meter un gol.

En total, con la azul y oro, metió 236 goles, 43 a nivel internacional y 193 locales. Sumó 403 partidos con la camiseta boquense.

Le hizo goles a practicamente todos los equipos, no dejó títere con cabeza. Una máquina de marcar tantos. Ejecutó goles con los dos pies; metió el n°100 con los cruzados rotos; otro en un superclásico volviendo de una lesión (tocó en 13 minutos 2 pelotas); convirtió de más de 60 metros y hasta con la cabeza de 39 metros;  7 goles, son los que metió en la misma cantidad de días (record para el fútbol argentino); marcó uno colgado del travesaño y otros tantos más. Fue el principal verdugo de River, donde la mitad de sus goles fueron en los torneos de verano. Y Gimnasia, su otro rival de la vida, fue el equipo al que más le convirtió. Cristian Lucchetti fue el arquero al que más goles le metió, 11. Hasta hace unos días, compañero de equipo.

Tuvo 4 lesiones importantes. Se rompió el ligamento cruzado anterior de la pierna derecha, día que hizo el gol n°100; sufrió una doble fractura de tibia y peroné por festejar un gol con los hinchas en España; soportó una lesión en los ligamentos internos de su rodilla derecha, en grado 2; y, por último, la rotura del ligamento cruzado anterior y del ligamento colateral medial de la rodilla derecha. Se recuperó rapidamente de todas estas.

Boca le regaló el arco que da a Casa Amarilla. Próximamente publicará su autobiografía junto al periodista Miguel Bossio titulado "Martín Palermo, Titán del gol y de la vida". Y se espera por la película.

No habrá otro igual, no habrá ninguno así. Aunque sea identificado con Boca y reconocido hincha de Estudiantes, nadie puede negar que Martín llamó la atención de todos.

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