lunes, 6 de junio de 2016

Proyecto de comunicación en salud

Fundamentación del problema
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI lo constituyen el sobrepeso y la obesidad infantil (ambos definidos como acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo que puede ser perjudicial para la salud)Tanto es así, que se calcula que la obesidad infantil casi se ha triplicado en los últimos 30 años. El agravante del sobrepeso u obesidad durante la infancia es su relación con una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematuras en la edad adulta, a mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta, a padecer ciertos tipos de cáncer en el futuro (principalmente de endometrio, mama y colon) o de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares (colesterol e hipertensión, entre ellas).
Si bien hasta hace algunos años el sobrepeso y la obesidad eran percibidos como un problema de los países desarrollados, en la actualidad se considera que la epidemia se ha extendido a una velocidad alarmante a los países de bajos y medianos ingresos, particularmente en las grandes ciudades, de los cuales la Argentina no constituye una excepción.
Según datos de 2010 de la Base de Datos Global sobre Crecimiento Infantil y Malnutrición de la OMS la Argentina presenta el mayor porcentaje de obesidad infantil en niños y niñas menores de cinco años en la región de América Latina con un 7,3% de prevalencia.

Por otro lado, según la Encuesta Mundial de Salud Escolar realizada en la Argentina en 2012 a adolescentes de 13 a 15 años, en los últimos cinco años, aumentó el sobrepeso del 24,5% al 28,6% (4,1 por ciento) y la obesidad pasó del 4,4% al 5,9%. Otros datos de relevancia arrojados por la misma fuente indican que:
-       Sólo el 17,6% de los encuestados consume cinco porciones diarias de frutas y verduras.
-       La mitad de los estudiantes consume dos o más bebidas azucaradas por día.
-       Sólo en uno de cada cuatro escuelas se ofrecen frutas y verduras en los kioscos y ocho de cada diez escuelas ofrecen bebidas azucaradas.
Al respecto, la Sociedad Argentina de Nutrición afirma que los problemas comienzan en la primera infancia y que en la actualidad existe una tendencia de entre un 20 y 40% de chicos que entran a primer grado con sobrepeso.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la erradicación de la malnutrición infantil –tanto la desnutrición como la obesidad– derivada de la transición nutricional y los cambios de patrones de consumo de alimentos “debe estar entre las primeras prioridades de una política pública de seguridad alimentaria y nutricional”.
Entre las acciones individuales (referidas al entorno familiar y el hogar) recomendadas para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil se encuentran aquellas referidas al trabajo en hábitos nutricionales y sedentarismo (evitar que los chicos se encuentren enfrente del televisor sin hacer actividad física por mucho tiempo y fomentar realizar como  mínimo 40 minutos de ejercicio físico por día en niños y adolescentes), aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, reducir el consumo de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas , así como también reducir la ingesta de azúcar. Sin embargo, para evitar que “la responsabilidad individual solamente tenga pleno efecto cuando las personas tengan acceso a un modo de vida saludable”, la OMS define como fundamental el diseño e implementación de políticas públicas que favorezcan la creación de entornos saludables.

Publicidad en programas infantiles
A pesar de que la publicidad de alimentos no saludables no es la única causa de sobrepeso y obesidad en la niñez, abordar la restricción de este tipo de publicidad se considera como una parte fundamental de cualquier estrategia que intente enfrentar la actual epidemia. Los principales fabricantes transnacionales de productos alimentarios son empresas de enormes capitales, con ventas comparables al producto nacional bruto de algunos países medianos, por lo que los fenómenos de publicidad y mercadotecnia adquieren dimensiones muchas veces impensables.
Un estudio de agosto de 2015 realizado por la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC) analizó 21.085 comerciales emitidos en más de 1400 horas de televisión abierta y tres canales de cable infantiles y entre las conclusiones arrojó que el 85% de los postres, los snacks, la comida rápida y hasta algún yogur que se ven en las tandas superan ampliamente los umbrales de grasas, sal y azúcar que recomienda la OMS.
El mismo estudio de la FIC afirma que durante las tres horas diarias que en promedio los chicos miran televisión están expuestos al poder de atracción de ocho avisos de comidas y bebidas que favorecen el sobrepeso y la obesidad infantil. Detrás de los juguetes, los alimentos son los principales productos que se anuncian en la TV argentina (con un 17% del total de publicidades), mientras que se calcula que los chicos reciben en los cortes publicitarios un promedio de 61 publicidades semanales de comida chatarra. A la vez, una de cada tres publicidades de alimentos utilizan regalos para incentivar la compra, mientras que una de cada cuatro incluyen a personajes famosos.
En las tandas de los programas infantiles de TV abierta y el cable predominan los postres (flan, gelatina y postrecitos), los lácteos (yogur, queso y leche), las bebidas dulces (gaseosas, aguas saborizadas, jugos en polvo y preparados, y bebidas energizantes), las cadenas de comida rápida y los snacks salados (papas fritas, palitos, galletitas saborizadas, palitos de maíz). Del total de las publicidades de alimentos en los programas infantiles, la mayoría de los productos (85,3%) tienen un bajo valor nutritivo por su alto contenido en grasas totales, grasas saturadas, grasas trans, azúcares libres, sal y calorías. 
Consumo de snacks y comidas rápidas
Por su importancia y asentamiento en la sociedad, el consumo de snacks representa un párrafo para analizar en forma aislada.  Según el informe Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: tendencias, efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas, presentado en septiembre de 2015 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), los alimentos ultraprocesados invadieron América Latina y son en gran medida responsables de la epidemia de sobrepeso y obesidad -con la gravedad de que son casi adictivos y los más prácticos para consumir, se consiguen en los kioscos, están diseñados para que se conserven por mucho tiempo en los estantes, generan deseos incontrolados de consumo y llegan a dominar los mecanismos innatos de control del apetito, al tiempo que sustituyen los alimentos frescos.
El informe analiza el consumo desde el año 2000 al 2013 y demuestra que las ventas de los alimentos ultraprocesados, encabezados por la comida rápida y las bebidas azucaradas aumentaron un 27,7 % en los 13 países examinados de la región (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela). Por otro lado, el informe  analizó tanto las ventas en locales minoristas y ventas de comidas rápidas. En el primer caso, se observó que las ventas anuales per cápita de productos ultraprocesados aumentaron en todos los países latinoamericanos excepto Argentina y Venezuela, donde las ventas se vieron afectadas en momentos de crisis económicas.
En el caso argentino, las ventas fluctuaron entre 181 kg y 212 kg durante el período 2000-2013, pero descendieron bruscamente (19%, de 194,1 kg en el 2000 a 157,9 kg en el 2002) cuando la economía nacional se contrajo el 28 por ciento.
En cuanto a la venta de comida rápida, el número per cápita de compras aumentó un 38,9% durante el período de estudio (de 13,6 en 2000 a 18,9 en 2013, con una caída del 36% -de 19,4 a 12,5- entre 2000 y 2002, y un aumento del 23% entre 2002 y 2013).
Según el Plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y la adolescencia (2014-2019), de la Organización Panamericana de la Salud, para apoyar y fomentar patrones de alimentación saludable es necesario frenar el rápido aumento de las ventas de productos ultraprocesados en todo el continente, mediante regulaciones legales y el desarrollo de oportunidades en el mercado a fin de proteger y fortalecer los sistemas locales y nacionales de alimentos saludables y, por ende, los patrones de alimentación saludable.

Marco legislativo
En los últimos años se desarrollaron distintos proyectos y sanciones de ley que, de distintas maneras, tendieron a plasmar esfuerzos para promover la intervención del Estado en la prevención del sobrepeso y la obesidad infantil.
Hasta el momento, los resultados fueron variados y la legislación en cuestión no se debatió sin resistencias, ni choque de intereses con las empresas. Algunos ejemplos que grafican el marco legislativo actual son:
-          La ley 26.396, de prevención y control de los trastornos alimentarios, sancionada el 13 de agosto de 2008, que en sus artículos 8º y 9º establece el trabajo conjunto entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social para garantizar que los comedores escolares y los planes alimentarios nacionales se adecúen a los aspectos nutricionales de la población infantil, “poniendo especial énfasis en la corrección de las deficiencias o excesos de nutrientes y atendiendo las particularidades de la cultura alimentaria local”. Por otro lado, la ley indica que los kioscos y demás establecimientos de expendio de alimentos dentro de los establecimientos escolares deberán ofrecer productos que integren una alimentación saludable y variada, debiendo estar debidamente exhibidos.
-          La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la Nación no incluyó en su temario de 2015 un proyecto de ley del bloque FAP-GEN que proponía regular la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas para menores de 16 años.
-          En diciembre de 2014, la comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción a la ley de fomento de hábitos saludables y prevención de obesidad de niños y adolescentes. Entre las iniciativas propuestas, se prohibía la venta de menúes acompañados de objetos de incentivo para consumo (cualquier juguete, juego de mesa o digital, ticket de admisión a eventos, ticket de promoción para la compra de alimentos, bebidas o combinación de ambos que genere interés en niños y adolescentes) en todos los establecimientos de alimentos y bebidas del país. A pesar de estar basada en fundamentos de la OMS, la sanción produjo una cobertura desfavorable en los medios periodísticos, centrados en relatos prohibicionistas o de amenazas a la reconocida “cajita feliz” de Mc Donalds.

Antecedentes
En los últimos años, el sobrepeso y la obesidad infantil han pasado a formar parte de la agenda de los distintos gobiernos nacionales y provinciales, generalmente mediante programas, campañas e iniciativas que tienden a promover una alimentación variada y fomentar el consumo de frutas y verduras.
Si bien las experiencias –como iniciativas que admiten y ponen en agenda la epidemia- son positivas en el sentido que se acercan a las recomendaciones de la OMS en cuanto al compromiso de los gobiernos en el desarrollo de políticas públicas destinadas a combatir la obesidad y el sobrepeso, los diferentes números y tendencias explicados en la fundamentación del trabajo indican que es necesario una profundización de la concientización sobre la alimentación saludable –fundamentalmente en edad escolar, debido a que las prácticas adquiridas en la primera infancia son más difíciles de revertir en un futuro-.
No puede decirse que ninguna de las iniciativas planteadas haya solucionado el problema del sobrepeso u obesidad infantil, debido a que es un fenómeno de larga data que incluye diversos factores y no será de rápida solución. Sin embargo vemos en el trabajo intersectorial de, por ejemplo, Ministerios de Salud y Educación una forma correcta de comenzar a esbozar un camino de salida.
-       Si bien no está exclusivamente enfocado en la obesidad y el sobrepeso, el Plan Nacional Argentina Saludable fue presentado en 2007 y desde ese momento ha realizado diferentes campañas y capacitaciones sobre la importancia de realizar actividad física, comer variado y eliminar las grasas trans en las dietas. Entre sus tres estrategias fundamentales se encuentran la promoción de hábitos saludables, la promoción de la regulación de productos y servicios, y el fomento  de entornos saludables.

El programa Armando Salud de la provincia de Buenos Aires se creó en 2010 y está orientado a promover la creación y el sostenimiento de entornos saludables para optimizar los procesos de crecimiento y desarrollo de niños, -       niñas y adolescentes. Implica la conformación de equipos de trabajo interdisciplinarios que desarrollen acciones cotidianas de promoción de hábitos saludables en los diferentes espacios donde el niño vive y se desarrolla. Según el sitio web oficial, los pilares fundamentales son la capacitación en Entornos Saludables en el Crecimiento, la campaña Anual de promoción de entornos saludables (“Semana de Armando Salud”) y acciones de asesoría en nutrición pediátrica.  Entre las acciones más interesantes del programa se encuentra la formación de una red provincial con distintas iniciativas en diversos municipios de la provincia de Buenos Aires (incluye la promoción de desayunos saludables y capacitaciones en establecimientos educativos).

-       En julio de 2015, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó una campaña en las denominadas Estaciones Saludables para prevenir la obesidad y el sobrepeso infantil. Con la meta de que los niños que viven en CABA cambien sus hábitos alimentarios, se incorporó el trabajo de nutricionistas para brindar asesoramiento personalizado a las familias que se acercan a los 10 puntos de la ciudad establecidos. Entre los temas que se desarrollan (la campaña aún continúa) se incluyen las razones del aumento del sobrepeso y la obesidad infantil, con el objetivo de que los padres puedan identificar aquellos hábitos alimentarios dentro de la dinámica familiar que promueven el desarrollo de este problema y los cambios necesarios para prevenirlo.

Durante la campaña para jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el finalmente elegido candidato del PRO, Horacio Rodriguez Larreta, incluyó la obesidad infantil como una de sus promesas de intervención y eje de trabajo. Más allá de la veracidad de las afirmaciones –hecho que se podrá verificar a partir de que asuma su gestión en diciembre de este año -       consideramos positivo el hecho de que el sobrepeso y la obesidad empiecen a formar parte de las consideraciones de políticas públicas desde las plataformas electorales. "Hoy en día, más del 40% de los chicos en edad escolar tienen sobrepeso. Debemos concientizar sobre la importancia que tiene cuidar nuestra salud. Me comprometo a luchar para reducir la obesidad en los niños, dándoles contención, estando cerca de los padres, brindándoles las herramientas necesarias para combatir esta enfermedad, y llevar este mensaje a cada hogar de la Ciudad para que juntos trabajemos en su prevención", fue una de las frases de Larreta en la antesala de las elecciones.

-       El antecedente más directo con respecto al diseño del proyecto que tenemos ideado lanzar es el denominado plan “Mi escuela saludable”, lanzado por el Gobierno de la Ciudad durante julio de 2015, que consiste en talleres de nutrición en instituciones educativas –especialmente 32 escuelas que presentan los peores índices de obesidad y sobrepeso infantil-. 

3)   Objetivo general
·         Concientizar sobre la importancia de la alimentación saludable a fin de disminuir los niveles actuales de sobrepeso y obesidad infantil en el partido de San Isidro.

Objetivos específicos:
·         1) Relevar el porcentaje de niños con este tipo de enfermedad para conocer la gravedad real de esta problemática en la población.
·         2) Difundir las recomendaciones a seguir sobre la alimentación saludable entre docentes y familiares a cargo.
·         3) Sensibilizar acerca de los beneficios que se pueden alcanzar llevando a cabo una dieta variada.


       Destinatarios y beneficiarios
Este proyecto de comunicación tiene como destinatarios a:
Docentes: porque son los que se relacionan directamente en el crecimiento de los chicos durante la etapa escolar. Pueden concientizar a los alumnos durante la materia de ciencias naturales y enseñarles a identificar alimentos calóricos, proteicos, así como también los beneficios de una dieta balanceada.
Padres: son los encargados de guiar y cuidar a los chicos cuando no están en la escuela y por sobre todo porque están presentes a la hora de las comidas y son quienes seleccionan los productos que se consumirán en el hogar.
Por estas razones los padres son actores clave para ayudar a combatir la obesidad en la población más joven y resultan fundamentales a la hora de contener y educar a los niños. A la vez, un hogar con malos hábitos alimentarios tendrá mayores probabilidades de generar un círculo vicioso en la alimentación de los menores, por lo que también es importante la participación de los padres.
Los beneficiarios son los chicos de 5 a 13 años que cursan en institutos públicos primarios del Partido de San Isidro. La escuela es la institución en donde se puede diagnosticar de manera temprana la enfermedad y puede ayudar a  tratarla o prevenirla con rapidez. Además, en el caso de los niños que tengan algún grado de sobrepeso y no hayan sido tratados, se presentará una oportunidad única para realizar acciones correspondientes de prevención, recomendación de variar la dieta y generación de un seguimiento sostenido a lo largo del año. 

Acciones a implementar
Para el objetivo específico N° 1:
1.         Envío a las escuelas primarias del Estado un equipo de pediatras que trabajen en hospitales públicos del Partido de San Isidro para medir peso y tabla de los niños.
Resultados esperados: Que en el plazo determinado del proyecto se haya podido alcanzar al total de las escuelas designadas.


Para el objetivo específico N°2:
2.1)      Reunión y charla informativa y educativa de padres y docentes junto con pediatras, nutricionistas y psicopedagogos.
Resultados esperados: Se espera que las reuniones tengan un efecto positivo y asista la mayor parte de los padres y docentes.
2.2)      Elaboración de afiches preventivos para exhibir en el hall de las escuelas primarias públicas del Partido de San Isidro. 
Resultados esperados: Que se difundan los afiches en todos los establecimientos educativos.

Para el objetivo específico N°3:
3.1)      Elaboración de afiches preventivos para exhibir en el hall de las escuelas primarias públicas del Partido de San Isidro.
Resultados esperados: Que se difundan los afiches en todos los establecimientos educativos.
3.2)      Distribución de folletos educativos para padres y docentes que serán entregados en las reuniones y charlas informativas y educativas junto con los profesionales y a través de notas en el cuaderno de comunicaciones de los chicos.
Resultados esperados: Entrega exitosa en todas las reuniones y charlas del material visual.

  
    Profesionales y no profesionales involucrados

Los profesionales involucrados en las actividades planificadas, que consisten en reuniones y charlas educativas e informativas, son pediatras, nutricionistas y psicopedagogos.
En las diferentes reuniones los especialistas comunicarán, desde cada área, cómo controlar y ayudar a los chicos a tener una alimentación adecuada y prevenir el sobrepeso y la obesidad, junto a todos los problemas asociados. Por otro lado se hará foco en casos determinados y colaborarán en conjunto con los padres (en caso de ser necesario los docentes también serán incluidos) para el tratamiento de obesidad en alguno de los chicos analizados.
Los pediatras (se trabajará con un total de tres profesionales) serán los que analicen a cada chico y con los resultados den un diagnóstico.
Los nutricionistas (se trabajará con un total de tres profesionales) serán los que brinden la dieta equilibrada para disminuir los riesgos que contrae el sobrepeso. Este trabajo se discutirá con los pediatras.
Los encargados de acompañar en el proceso a los chicos como así también de tener reuniones privadas, por casos particulares, con los padres serán los psicopedagogos que también serán tres.
Este número se piensa teniendo en cuenta que el partido de San Isidro cuenta con 31 colegios primarios y públicos.
Para el diseño de los afiches y folletos se dispondrá de un comunicador social o audiovisual junto con la ayuda de un diseñador.
Los no profesionales involucrados serán los voluntarios que repartirán folletos en las puertas de los colegios tanto en el horario de entrada como en el de salida de los chicos. También acercarán afiches para que sean puestos en el interior de los colegios por el personal docente.

   Espacio/tiempo de implementación
      El proyecto se desarrollará desde marzo hasta noviembre de 2016 en el partido de San Isidro. Se elige esta zona ya que en los registros históricos se puede apreciar un alto nivel de obesidad en la etapa juvenil de los chicos en comparación con otros lugares de la provincia de Buenos Aires. Según un estudio realizado por la Universidad de Belgrano en el 2012 sobre un total de 111 chicos de entre 6 a 12 años, el 21% presentaba algún tipo de sobrepeso u obesidad. En una publicación de julio de 2015 del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), se compararon distintos índices de salud de 135 chicos de 12 años residentes en los partidos de San Martín y de San Isidro, con resultados negativos referidos al sobrepeso (según el estudio, el 30% del total de los chicos analizados de San Martín presentó algún grado de sobrepeso y casi nula actividad física)Las actividades a desarrollar tendrán lugar tanto dentro de los establecimientos educativos como en el exterior de los mismos, con la entrega de folletería y colocación de afiches.
Esta será una prueba piloto que, en caso de resultar exitosa, se buscará expandir a nivel provincial, para luego desarrollar un proyecto a nivel nacional.

4)      Recursos materiales
La Gobernación de la Provincia de Buenos Aires se encargará de la financiación de tres básculas de palanca y plataforma, tres estadímetros y 2 computadores con software de diseño (como así también de la remuneración de los profesionales que llevarán a cabo este proyecto).
La Municipalidad de San Isidro brindará el transporte en camioneta para los profesionales y los objetos a utilizar, así como también será la responsable de brindar  los recursos para cubrir los gastos de la impresión de 6.500 folletos y 150 afiches.
Las organizaciones no gubernamentales colaborarán con cuatro resmas de papeles para anotar, 50 lapiceras y nueve sellos para los profesionales.

         Evaluación
La forma de evaluación que se elige en esta circunstancia es mixta. Es decir, que durante el proyecto habrá una evaluación de proceso que se realizará en la mitad del plazo destinado para el proyecto. En este caso será en julio de 2016 coincidiendo con las vacaciones escolares para poder aprovechar al máximo el tiempo. En la evaluación de proceso se tendrá en cuenta la asistencia a las charlas y la participación de los invitados. La primera evaluación se realizará mediante reuniones de equipo interdisciplinario y ayudará a tener la información necesaria al momento de elaborar la evaluación de resultados.
También se implementará la evaluación ex post de impacto, en donde se analizará en qué medida cambiaron los hábitos de la población a la cual está destinada el proyecto. Las encuestas serán realizadas a partir de marzo de 2017 para tener índices más completos.
La evaluación será llevada a cabo por los mismos integrantes del proyecto. Esta autoevaluación deberá ser criticada interdisciplinariamente por los profesionales que participaron para poder mejorar en los aspectos más débiles y sostener los puntos exitosos. Ellos serán los encargados de diseñar, ejecutar y evaluar el proyecto en su conjunto (con la excepción de las encuestas que serán realizadas por empleados del Ministerio de Salud de la Provincia). Los resultados obtenidos en la encuesta serán acercados a los miembros responsables del proyecto para ser analizados.




  







lunes, 21 de diciembre de 2015

Presentación de “Geopolítica de la Palabra, Reflexiones sobre Comunicación, Identidad y Autonomía”, de Luis Lazzaro


El evento que tuvo lugar el jueves 3 de diciembre en el Centro Cultural de la Cooperación tuvo como exponentes al Director Nacional de Cooperación Regional e Internacional del Ministerio de Seguridad, Diego Llumá, a la Directora de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual de la UNSAM, Ana María Vara y al autor del libro en cuestión, Luis Lazzaro. La charla, que se desarrolló en la Sala Laks, tuvo una duración de casi dos horas y se pudo apreciar las opiniones de los oradores y también hubo tiempo para algunas preguntas de las casi 50 personas que se hicieron presentes en Av. Corrientes 1543. A la primera que se escuchó fue a Vara que destacó tres ejes principales del libro: “La identidad sobre una perspectiva que toma de líneas marxistas teóricas de la comunicación, una reflexión de épocas coloniales y los aportes de las teorías de las comunicaciones locales y regionales”. Destacó la articulación entre estos tres grupos de temas con algunos autores locales. Para Vara, “es un libro que nos ubica en el presente de la comunicación en Argentina” a pesar del cambio de signo de gobierno que cambia la coyuntura. Y para cerrar su discurso expresó que el libro editado por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNVAD) y por el Centro de Integración, Comunicación, Cultura y Sociedad (CICCUS) “es un libro muy valioso para toda la sociedad”. En segundo lugar le tocó al especialista en comunicación política, Diego Llumá donde destacó a “Geopolítica de la palabra” como un “aporte al pensamiento estratégico latinoamericano”. Para Llumá este libro es un hito que describe la herramienta de combate a través de la geopolítica y lo llamó como un “signo en una cadena de producción hegemónica”. Por último el moderador, Enzo Girardi, le dio la palabra a Luis Lazzaro quien agradeció la presencia del público y de los compañeros del panel. Lazzaro se refirió al último nieto recuperado de la dictadura militar donde dijo que: “No sólo es un acto de reparación humana frente a la dictadura sino también es un acto de reparación semiológica de derrota profunda del mensaje más poderoso y siniestro de la dictadura que debe ser el ruido tronador del silencio y la desinformación”. Esto trae consigo un acto de profunda soberanía institucional; llamó a la lucha de la verdad a través del mensaje; y destacó la importancia de las palabras, las acciones y el contenido dentro del silencio como así también, a la hora de hablar de política, las palabras son las materias primas. Por último pidió que América del Sur sea un espacio donde se proyecte el buen vivir como la nueva forma de la justicia social y la soberanía política. El libro que cuenta con el prólogo de Eduardo Aliverti, se puede conseguir en cualquier librería y tiene un costo de $150.

viernes, 24 de octubre de 2014

Petróleo blanco


Cuando nos paramos frente la góndola notamos que el litro de leche tuvo aumentos progresivos en los últimos años. Sin embargo en esta cadena, los productores pierden, y entre la industria, supermercados y el gobierno se reparten las responsabilidades.


En nuestro país, la leche es un alimento fundamental en la canasta básica de una familia. La situación actual de los precios, en general, tiende a ascender. La inflación le está ganando la pulseada al Gobierno Nacional que no quiere reconocerla. Esto sucede con la leche. Tanto en la mano de obra como en la pasteurización, en el transporte y en la posterior venta de los comerciantes, hacen que a una familia le cueste $7,50 el litro del sachet de La Serenísima que es el producto lechero, de esa marca, más económico. En el cálculo de medio litro de leche por día que se consume por niño, que es lo que se conseja que ingieran, al mes, son 15 litros = $112,50 por cada chico. Esta cuenta aumenta en las casas donde más de un integrante consume este producto.
Este mecanismo va de la mano con la mayoría de las otras industrias. A los productores lecheros no le cierran los números, el Gobierno Nacional fija precios bajos y el resto se lo reparten entre las empresas y los supermercados.

Números en rojo. La Sociedad Rural Argentina (SRA) asegura que en los últimos cinco años han “cerrado los balances en déficit” para el productor. Principalmente se debe a que los ingresos no han acompañado al continuo aumento generalizado de los costos que termina descapitalizando al industrial. A esta conclusión la fundamenta una investigación del Instituto de Estudios Económico (IEE) que verificó que “los ingresos por hectárea aumentaron un 96% en dólares y el incremento de los costos totales alcanzó, en la misma moneda, el 119%”. Si se mide en pesos por litro, el costo se agigantó un 187%. “En los últimos dos años, por orden del Gobierno, se pasó de $1,45 a $2 el pago por el litro de leche a los productores. Esto no es nada si se toma en cuenta que la inflación anual es del 30%, por lo menos tendrían que pagarnos $2,30”, afirma Mirta Huck, propietaria de un campo de más de 100 hectáreas en Lobos. Para la productora agropecuaria los números no cierran porque los valores de todos los factores no tienen un freno. El Ministerio de Agricultura Nacional informó que en mayo de este año, el precio promedio del litro leche cruda se ubicó en $2,075. Si se compara con algunos países de la Región, los valores promedio expresados en dólares por litro de leche ubican a la Argentina por encima de Uruguay, Chile y Brasil. Sin embargo, la contracara es lo que se le paga al productor. Nuestro país aparece por debajo de las naciones vecinas según el organismo que nuclea a empresarios agropecuarios (CREA).
“En mi caso que tengo un campo chico y no puedo tener muchas vacas en el tambo ni disponer de muchas hectáreas para cultivar, no tengo margen económico”, se queja la productora lechera sobre la situación actual. Los costos subieron regularmente pero los ingresos han estado condicionados por los efectos de las políticas que regularon el precio de la leche al productor y por la evolución del valor internacional de la leche en polvo. Esto genera márgenes, como dice Huck, netamente negativos.
“Invertir en un tambo, hoy en día, es muy arriesgado”, reconoce José Luis Lanati que asesora tambos. Este ingeniero agrónomo convive en el día a día con las problemáticas de los campos que se dedican a las vacas lecheras. Una de las características actuales del negocio lechero es la volatilidad del importe, más aún en países como la Argentina, donde probablemente la principal referencia a la hora de formar precios sea el comercio exterior. “Cualquier movimiento en la oferta o la demanda internacional tiene un impacto directo en el precio de los lácteos y repercute en el precio de la leche al productor”, sentencia Lanati que es orientador de varios campos de la zona ondulada de la provincia de Buenos Aires. “La gente se queja del precio en las góndolas pero no sabe que el que elabora ese producto no le alcanza con lo poco que se le paga”, explica.

Del tambo al supermercado. Cuando las máquinas ordeñan a la vaca con ayuda del tambero, los camiones de las empresas lácteas entran al campo a retirar la leche. Este transporte es especial ya que tiene un tanque de almacenaje que suelen ser de panza fría, es decir, tienen doble pared para regular la temperatura. El proveedor de La Serenísima, Germán Zas, explica que “en la fábrica se decide la calidad del alimento y de ahí el producto final  que se hará con el mismo”. Allí se pasteuriza y se envasa. Una vez preparado todo esto, La Serenísima envía tanto en camionetas como en camiones sus productos para los supermercados y comercios. “Todo el transporte de la empresa es terciarizado y la gran mayoría hace lo mismo. Los costos del traslado se hace cargo La Serenísima es por eso que cerca de $4 por litro se lo queda la compañía”, describe el empleado que hace siete años trabaja en negocio lácteo.
Hay una explicación para descifrar por qué abonamos a ese precio el litro de leche. Además de los aproximadamente $2 que se le paga al productor, otros $4 son retenidos por la empresa láctea. A este total, por ejemplo los supermercados chinos tienen que pagar ingresos brutos. En estos momentos, ellos compran el litro del sachet de La Serenísima a $6,30. La venden en las góndolas a $7,50, es decir entre un 19% y un 20% de ganancia para el súper.

Contracara entre productores, industrias y gobierno. Los desencuentros y las diferentes visiones entre gobierno, industria y producción se terminan pagando caro. “Existieron dirigentes de la producción que en algún momento aseguraban que iba a faltar leche, que algunos industriales llegaron a solicitar retenciones a las exportaciones porque los polveros los corrían con el precio y que desde la Secretaría de Comercio tenían la teoría incomprensible de que no existía presión de la oferta sino todo lo contrario”, declara Huck que hace 15 años tiene su tambo. Claro está que esto hizo y hace que el resultado sea dramáticamente previsible y si se tiene en cuenta que Argentina es un país que cuando se habla de inversiones, hay que decirlo en un corto plazo.
La defensa de las industrias se basa en la prohibición momentánea de embarques, cuotas y suba de derechos de exportación. En una nota de opinión del periodista de Clarín Rural, Héctor Huergo llama “década ganada” a los 10.000 millones de litros que se extraerán este año, misma cifra que en 1998. “Pero este triunfo se logró con menos vacas, menos tambos y menos tamberos” escribe Huergo. Las industrias, con cooperación del gobierno, ayudaron a través de sus políticas económicas a que la cantidad de tambos se redujera. Según datos oficiales se pasó de 6816 tambos registrados en mayo del 2012 a 6504 en el último informe de mayo del año corriente. Además Huergo evita hablar de la situación de otros países del Mercosur porque “las comparaciones son odiosas” en clara alusión de que las políticas agrarias externas son mejores que las de Argentina.
En las últimas semanas se encendió la polémica por los dichos del ministro de Agricultura, Norberto Yauhar que llamó de “chorros” a los hipermercados. Sucedió en medio del último paro agropecuario en junio. Lo curioso es que Yauhar hizo suya la denuncia de la Mesa de Enlace sobre lo poco que recibe el productor. Los dirigentes del campo critican la diferencia entre el precio que recibe el productor por el litro de leche o el kilo de carne y los que llegan al público. En ese reportaje con el diario oficialista Tiempo Argentino, Yauhar puso como ejemplo el litro de leche. Bien mencionó que la industria lo paga a $2, pero que en una feria de Lomas de Zamora se vende a $4,90 y en los hipermercados, a $7,50 por sólo poner una cajera. En la medida tomada por la Secretaría de Comercio, el congelamiento de 500 productos abarca al sachet de leche entera La Serenísima y se debe cobrar entre $6,85 y $7,23 dependiendo del supermercado.
Esta actitud desconcertó a los comercios atacados ya que son aliados de Guillermo, Moreno. En este sentido la situación es diferente a los mercados chinos que no tienen convenio con el gobierno. Un comunicado reciente de la Cámara de Supermercados de Rafaela que describe que las cargas fiscales en el caso del sachet de leche llegan al 18%, a eso le añade el 17% que representan los gastos de personal y un costo de 1,25% en las operaciones con tarjeta de crédito.
“El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) no brinda información desagregada sobre precios”, manifestó el empleado del organismo público, Roberto Rodríguez. Además informó que “si se tiene en cuenta los índices en el último año (Julio 2012 – Julio 2013), los productos lácteos aumentaron un 9%”. La inflación privada no concuerda con este balance. Según la página web www.inflacionverdadera.com, que provee índices alternativos a los oficiales, la inflación anual se ubica en un 20,8%. Para los productores año a año los costos aumentan desde un 20% y muchos de ellos en dólares. Huck da cuenta que las industrias abonan 40% más el litro de leche que hace dos años pero que, sin embargo, no alcanza porque no queda ganancia.
“En la cadena hay alguien que miente, y los platos rotos los termina pagando el consumidor”, sentencia Zas mientras le cobra al dueño del súper chino en el barrio porteño de Floresta. Por su parte, Mirta Huck es contundente: “Acá el gran responsable es el Gobierno Nacional. Mientras esto siga así, cada vez menos productores invertirán en sus campos. Ese dinero es difícil de recuperar”. La realidad es que es imposible conseguir el precio que dice el Ministro que debe venderse el litro de leche.

Vivir del campo. Los cambios tecnológicos, la competencia por la productividad y los nuevos modelos de producción obligan a tomar decisiones de inversión de diversa magnitud en los tambos. Para el director de la revista Infortambo, Alejandro San Martín “antes de tomar una decisión se necesita implementar un plan para analizar los efectos y estimar los resultados”. En el ámbito rural, hay inversiones que tienen como objetivo bajar costos, otras aumentar ingresos y en algunos casos se trata de una combinación de ambos. Una de las variables que más influyen sobre el resultado de los tambos es el precio de la leche. Por lo tanto cuando se hacen evaluaciones de proyectos, el precio que se le asigna a la leche producida durante los años que durará el mismo, es fundamental.
Los pequeños productores son los más perjudicados. En un tambo donde ingresan 60 vacas, se necesita una inversión anual de sembrado ya sea de maíz, sorgo, soja o fardo con su posterior cosecha. Dedicar hectáreas para el cultivo y si no alcanza, tal vez tener la suerte de poder alquilarle a un vecino que no las tenga en uso. Todo eso tiene su costo. Es cierto que el precio varía del alimento que se le quiera dar al animal pero en lo que se le dé tiene que ver la producción y la calidad de la leche.
A esto se le sumó la publicación en el Boletín Oficial del Indicador Mínimo de Trabajadores para los tambos. Fue en enero del 2012 cuando la AFIP notificó que debía haber un tambero cada 40 vacas en ordeñe. Esto provocó un masivo rechazo de los productores. “La cantidad de empleados que tienen los tambos hoy es mucho menos a los que establece la norma. Es un disparate, un error de apreciación, pareciera que estuviéramos hablando de tambos del siglo pasado”, se queja Mirta. Esta medida es utilizada por la AFIP para penalizar a aquellos que no puedan justificar su declaración jurada.
En el caso del tambo se generan ingresos por varías vías: la principal es por la producción de leche, pero también existe otra, nada despreciable, que es por la venta de hacienda. Esta es denominada por algunos como subproducto del tambo, ya que agrega ingresos. La ganancia no es un disparate pero se puede sacar $3000 por animal dependiendo del peso y características.
Félix Fares se desempeña como consultor de empresas agropecuarias en el tema de gestión económica, presupuesto y diagnóstico en la provincia de Buenos Aires. Félix concluye diciendo que en esta actividad multimargen “es posible calcular diferentes márgenes brutos pero lo cierto es que hoy en día sólo con el precio de la leche que la industria le paga al productor, no es posible mantenerse”.

Quesos: otra alternativa. Cada vez más productores se animaron a ir un poco más allá de la comercialización de la leche. Comenzaron a invertir en quesos pero cada uno a su modo. Es el caso de Fernando Crespo primer fundador del Noble Repulgue, creó la Tercera Docena y hace un tiempo empezó, en su campo de Mercedes, a producir diferentes quesos con la leche que saca de su tambo. “Cuando comencé hace más de 10 años la situación era otra. Ahora hay que intentar retener a los clientes porque sumar nuevos está complicado”, confiesa Crespo vía telefónica desde su campo de 150 hectáreas.
Luego de casi una década de expansión, los quesos argentinos están perdiendo gradualmente mercados y competitividad. La salvedad son los mercados regionales como Brasil y Chile, en el resto están surgiendo dificultades para sostenerlos. Las causas de esta decaída son: la competencia de otros jugadores, el alto valor de la leche en polvo (que se ubica a USD4643 pero llegó a ubicarse en 5000 de la misma moneda).
Según María Livia Vilardo, de la Agencia PROCÓRDOBA S.E.M.,  “la comercialización de los quesos nacionales está en baja”. En 2011 la exportación de quesos ascendía a 56 millones de dólares. El año pasado se ubicó en 38 millones. Y si se compara cómo iniciaron las exportaciones en 2013, las expectativas están por el suelo porque los quesos disminuyeron un 11%. Las decisiones que salen de la Secretaría de Comercio de limitar las exportaciones, hacen que muchos quesos no puedan ser enviados al exterior y tengan que sumarse a la oferta ya establecida para el comercio interior. “En estos momentos, por ejemplo, se ofrecen quesos de rallar envasados al vacío por un valor menor que si se exportara”, describe José Luis. El problema es que para que la cadena comercial se pueda sostener, a la larga o a la corta se tienen que achicar los gastos.
Los que buscan los precios más bajos son las pizzerías. Le sucede a Patricio Fernández, dueño de “La Universal” ubicada en el barrio de Floresta. Patricio compra cerca de 200 kg de mozzarella y tiene dos proveedores: Barraza y Quesos Argentinos. Él tiene dos marcas de lácteos porque a veces hay faltantes y por sobre todas las cosas el precio. “Barraza me está cobrando $40 el kilo de mozzarella y Quesos Argentinos $32”, explica el dueño de la pizzería famosa por la canción “Moscato, pizza y faina”, de Adrián Otero.
Hay veces que los camiones no pueden entrar a los campos a retirar la leche porque los caminos están intransitables. Es por eso que muchos terratenientes hacen masa lo transportan por sus propios medios a las fábricas y luego se llevan la mozzarella para que ellos mismos la comercialicen. “A mí me está dando resultado porque cuando vendo la mercadería le puedo poner el precio que quiero y aún así sale más barato que las primeras marcas”, dice Mirta que les enseña a sus tamberos a hacer transformar la leche en el paso previo a la mozza. Esas fábricas hacen quesos duros y blandos como así también ricota. Este proceso es utilizado principalmente por los pequeños empresarios agrarios que además tienen sus campos ubicados a kilómetros de los caminos asfaltados.

La población tiene a su disposición varías vías para reclamar por el gasto que tienen que hacer por algunos productos y servicios. Cuando este periodista quiso saber cuáles son sus opiniones al respecto del precio de la leche, la Asociación de Defensa del Consumidor y Usuarios de la Argentina (Adecua) como la Subsecretaría de Defensa del Consumidor hicieron oídos sordos y no emitieron juicio alguno a la solicitud.
Así termina el camino, los productores, las industrias y el Gobierno Nacional peleándose y el ciudadano pagando lo que refleja el mostrador del mercado.