El club Colegiales queda en Munro, más
precisamente en Malaver y Posadas. Está en la Primera B Metropolitana. Se puede
observar que uno de los paredones pegado a la cancha principal se convirtió en
cascote producto de la tormenta del último 2 de abril.
Desde Primera División hasta sus Inferiores se
entrenan allí. El club comienza a probar jugadores desde que tienen edad de
infantiles, 11 años. Y pueden participar tanto en Torneos de AFA como en Liga
Argentina dependiendo del nivel del chico. No cuentan con algún convenio de
intercambio de jugadores. La captación de jugadores es únicamente a través de
los chicos que se presentan el día de la prueba. Como fue el caso de Elías
Borrego, enlace creativo y joya de Colegiales, y de Santiago Tossi que hace
unos meses debutó en Primera. Borrego, de 22 años, ya tiene unos cuantos
partidos con la camiseta de Colegiales y contó que llegó al club para la 6ta
división porque le “quedaba cerca de la casa aunque quedó libre en el colegio
por tener que trabajar”. En el caso de Tossi fue diferente: terminó la
secundaria. Ambos coincidieron en que los técnicos repetían que estudien porque
no todos iban a poder vivir del fútbol. “A los más vagos, los entrenadores les
pedían los boletines”, sentenció Tossi.
En el bufet, donde ingresan unas 50 personas,
se encuentra Fernando De Souza, técnico del Selectivo que sería como una
Reserva si se lo compara con Primera División. De Souza tiene dos etapas en el
club. La primera abarca desde el 2002 hasta el 2009. Luego volvió en el 2011
donde fue entrenador de la Primera por 4 partidos y ayudante de Atilio Svampa,
una gloria del club. Actualmente está pendiente de los chicos que pertenecen a
Colegiales y todavía no subieron al equipo profesional. “El proyecto de la
pensión está. De hecho se construyeron 4 habitaciones debajo de la tribuna pero
por falta de dinero se suspendió”, se lamenta Fernando que de igual manera
asegura que el plan sigue entre las prioridades del club.
Al no tener un médico fijo, las Inferiores del
club se las arregla con cada preparador físico con la alimentación. De igual
modo el doctor de la Primera baja reglas básicas para que los chicos sepan lo
que está bien y no. “A mí me hicieron anotar lo que comía durante dos días para
ver si estaba bien alimentado”, comenta Tossi que rápidamente subió del
Selectivo a Primera. Donde se hace más hincapié es en los jugadores que tienen
problemas con aumentar o bajar de peso.
Antes de llegar a los 14 años a Cole, Tossi se
probó en Tigre y en River. Al no tener suerte, fue al club de Munro y se
sorprendió al notar que la competencia en las juveniles es “muy seria”. Borrego
recordó con melancolía que con su categoría salió 5 veces campeones ya que
jugaban con equipos que militaban en la C y D. Esto ahora no sucede porque
Colegiales compite con equipos de la B Nacional y B Metro.
Los cuerpos técnicos de las infantiles que
participan en Liga Argentina y torneos de AFA se componen de: 2 técnicos, 2
preparadores físicos y 1 coordinador. Mientras que 7ma y 9na división tienen un
mismo entrenador y comparten el preparador físico con la 8va que tiene otro dt.
En la 4ta y 6ta tienen el mismo director técnico y preparador físico con la 5ta
que, a su vez, tiene otro entrenador. A estas distintas divisiones los controla
el mismo coordinador. Al no haber utilero, el que se encarga de que las
camisetas estén limpias para el próximo partido es un allegado al club o el
mismo cuerpo técnico.
La compra de jugadores juveniles por parte de
empresarios también se hace presente en Colegiales. Elías Borrego afirmó que a
él “le compraron un porcentaje de su pase en $50000”. Fernando de Souza
ratifica esto y opina: “No es lo ideal. En la mayoría de los casos, se venden
porcentajes en bajos montos cuando en el futuro pueden valer mucho más. Pero
eso depende de las necesidades del club”.
Y así son las divisiones menores de Colegiales.
Un club que pone el pecho día a día con sacrificio y trabajo.
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