viernes, 16 de noviembre de 2012

Histórico entrenador de baby

“A los chicos hay que formarlos” 

Luis Pagotto es un legendario técnico del baby fútbol. Se puede decir que es el ideólogo conceptual y táctico de este deporte que practican chicos de 4 a 14 años. Estuvo 35 años experimentando desde afuera de las canchas. “Usé las canchas como un laboratorio, a prueba y error”, confiesa Pagotto que asegura que por el momento no quiere volver a dirigir después de que abandonó en el 2007. Ahora prefiere pagarse una platea para ver al club de sus amores, River Plate.

La historia de Luis es extensa y no alcanza una página para contarla. Su sueño de joven fue ser futbolista. Por eso tuvo su paso en inferiores por Argentinos Juniors y All Boys. Una lesión en la rodilla lo obligó a frenar esa ilusión y vio con buenos ojos agarrar por el lado de entrenador. Justamente en la pre-novena de All Boys mostró sus primeras armas. En una de las ligas más populares del baby fútbol, Luis asegura que se cambiaron varias reglas por la forma en la que él hacía jugar a sus equipos: “Antes el arquero podía sacar del arco pasando la mitad de cancha pero lo modificaron”.

Fue asistente de la categoría 74 de Amigos de Villa Luro donde brillaron Daniel Cordone y Guillermo Morigi. “El baby competitivo es importantísimo para un futuro jugador. De ahí salieron y salen los mejores jugadores”, reconoce el ahora ex técnico. Se justifica diciendo que en esta rama del fútbol se gana en velocidad, en técnica, en reflejos, entre otras cosas. Dirigió al Corvalán durante 7 años entre el 2000 y 2007.

“Al chico hay que exigirle porque cuando llega a primera división se asusta”, sentencia Pagotto. Dice que si los padres quieren que en el colegio sean responsables y estudien, el técnico les puede pretender ciertas cosas en el fútbol. Siempre pidió que lleguen a horario y cumplan con los entrenamientos pero también que no le teman al resultado.

Se refirió a Vélez como la institución formadora de jóvenes por excelencia: “Los muchachos que debutan en Vélez y tienen 17, 18 o 19 años juegan con una convicción que parece que hace años que se desempeñan en Primera División”.

Cuatro cortas:

-¿Qué es ser técnico de baby? 
-Es un sinónimo de formador. Es el lugar donde tenés que poner toda tu experiencia en manos de los chicos. Ellos absorben todo.

-¿Qué técnicos fueron tus referentes? 
-Seguí mucho a Renato Cesarini. Sus famosos 10 mandamientos nunca me los voy a olvidar. Uno de ellos que te enseña mucho era: “Para saber entrar, primero tenés que saber salir”. Eso quería decir que el fútbol primero es por afuera y después por adentro. De Menotti rescato lo que hizo con los jugadores del ámbito local. Hizo algo que nadie pudo repetir. Y en la actualidad me gusta Simeone porque es un técnico muy inteligente y tiene un gran presente y mejor futuro.

-¿Qué pensás de los padres que piensan que con sus hijos futbolistas se van a salvar? 
-No estoy de acuerdo. Toda la vida me molestó el padre que se metía a dar indicaciones en los partidos. Los papás en la casa y el técnico en el fútbol. Nunca me metí en la casa de la familia a educar a sus hijos. Hay que hacerle entender al chico que le tiene que hacer caso al entrenador. Habría que explicarles a los padres que el baby y las infantiles son un filtro para llegar a ser profesionales.

-¿Cómo se maneja ir al trabajo de todos los días y después ir a entrenar con los chicos? 
-La presión de la familia para que deje siempre la tuve. Me gustaba ir al entrenamiento pero llegó un momento dado que creí que mi ciclo estaba terminado. Después de más de 3 décadas de técnico, los últimos 6 años fueron terribles. Ya te estresa. Quería estar más tranquilo, sin tanta pasión pero fue inevitable. Los sábados, antes de los partidos, no comía y hasta las 10 de la noche no cenaba siempre y cuando me haya ido bien.

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