Tiene el
puesto en Avenida Corrientes y Serrano
De diarios y revistas
Manuel Lago nació y se crió en el barrio pero vive
en la Provincia. De todas formas trabaja como canillita en el corazón de Villa
Crespo, lugar del que nunca se alejó.
Por Pablo De Paris
Parece
raro decir que alguien se levanta todos los días del año a las 4 de la mañana,
no tiene feriados, ni excusas para ausentarse al trabajo. La realidad muestra
que mucha gente hace esto. ¿Quién no tiene un diariero de confianza? Siempre
está en su puesto rodeado de diarios y revistas. Manuel Lago es uno de ellos.
Este
canillita de 33 años nació, llamativamente, un 7 de noviembre, mismo día que se
festeja su profesión y uno de los pocos días que no se trabaja en este rubro.
Llegó a tener su propio quiosco gracias a la insistencia de su papá, Carlos,
que también lo es. Lo tiene ubicado en plena Avenida Corrientes y Serrano,
corazón de Villa Crespo. “De casualidad empecé con esto, fue gracias a mi padre
que me lo propuso. Además gano casi el doble que en el otro laburo que tenía”,
afirma el dueño de un Peugeot 206 naranja con el que hace el reparto.
A
pesar de vivir en Ituzaingo, Manuel tiene un importante sentido de pertenencia
con el barrio y fue uno de los motivos por el cual decidió instalarse a trabajar
allí. Este muchacho encorvado y con claras muestras de calvicie nació y vivió
hasta su juventud en un edificio de la calle Gurruchaga y Avenida Corrientes a
metros del legendario bar San Bernardo y a dos cuadras de donde levanta pilas
de papeles para venderles a sus clientes.
“A
Manu lo conozco desde que tenía 6 años. Jugaba al fútbol con mi hijo. Y cuando
me enteré que instalaba su puesto en el barrio no dudé en venir a comprarle
todos los días el diario a él”, memoriza Claudio, un vecino de Villa Crespo y
cliente de Manuel.
En
general, el diariero es muy querido en el barrio, es alguien de confianza y
también es aquel que se entera de cosas que, por estar en la calle todo el día
en contacto con vecinos, alguien que trabaja en una oficina no puede. Justo
salió el tema de la inseguridad y me dice: “El otro día vi como un travesti le
robaba a un tipo a las 5 de la mañana”.
Manu,
como la mayoría de los canillitas, está muy informado. Lee entre dos y tres
diarios por día y tiene variedad de revistas para ojear cuando los periódicos
lo aburren. Sabe de política, deportes, espectáculos y se anima a opinar de
economía pero prefiere “no hacer comentarios en contra del Gobierno porque la
gente es muy prejuiciosa”.
A
los 12 años, Manu quería ser futbolista. Lo comenta cuando agarra El Gráfico
con la tapa del mes pasado que muestra a los jóvenes sub 23 que juegan en la
Argentina.
Le
encanta dónde está por la libertad que tiene. Cuando quiere cierra y se va. Es
dueño de su propio trabajo. Y es dueño de su propia vida porque vive sólo y no
está en pareja.