martes, 28 de agosto de 2012

Bonavena vs Peralta: récord de público y recaudación

El Luna Park estuvo colmado para ver la victoria de Oscar Bonavena sobre Gregorio Goyo Peralta. Anoche el ex campeón argentino de pesos pesados, no pudo con el joven boxeador que se lleva el título naciones en peso pesado por fallo unánime. Con 25.236 personas y más de cinco mil que no pudieron entrar, alcanzó para convertirse en un nuevo récord de asistencia. A esta estadística se le suma la recaudación. Fueron más de 13 millones de pesos moneda nacional, casi 55 mil dólares. En el ring-side estuvo el comandante del Ejército, Juan Carlos Onganía. Los jugadores de River Ermindo Onega y José Varacka y los de Boca Federico Sacchi y Antonio Rattín también presenciaron la pelea. Martín Karadagián estaba al costado del escenario a la expectativa de llevarse a Ringo, en caso de una derrota, al staff de luchadores televisivos.
Ringo Bonavena hacía tiempo que desafiaba a Goyo Peralta para pelear. Con casi 22 años, el chico nacido en Parque Patricios, volvió loco con sus declaraciones al campeón argentino. Sin embargo, Goyo, reconoció que Bonavena era un “buen chico” y que “no le interesaba como rival porque era un desconocido”. Por el otro lado, Ringo lo provocó sacándole la lengua y diciéndole: “Peralta, cobarde, peleá. Vení, Peralta. Peralta, cobarde”. Cuando Bonavena subió al ring, el público lo hizo sentir más visitante que nunca con los silbidos estruendosos y ensordecedores. Cuatro fueron los minutos que lo hizo esperar Goyo a Ringo. El campeón pisó el cuadrilátero y los presentes deliraron al grito de “¡Dale Goyo, dale Goyo!”. La misma cantidad de minutos pasaron para que el esperado combate comience. Ringo, más que nadie, quería que suene la campana para demostrar su jerarquía. Para esa pelea por la que tanto se entrenó. Las primeras cuatro vueltas fueron parejas. La muchedumbre alentaba al campeón mientras los boxeadores no se sacaban ventaja hasta que al quinto round el silencio fue protagonista del escenario. Peralta atacó, Bonavena eludió la piña y mandó una derecha corta y cruzada que se estrelló directamente a la mandíbula. Los que estimulaban a Goyo quedaron perplejos. El sanjuanino no podía quedar de pie y quedó sentado junto a una de las esquinas del ring. Ringo rezaba para que no se levantara. Iban a ser escasas las oportunidades del hincha quemero. Repentinamente Goyo se recuperó pero la pelea ya estaba perdida para el defensor del título de pesados de la Federación Argentina de Box. Ringo llevó la pelea a las tarjetas, sin desesperarse para no ser sorprendido. En el décimo round el público se levantó ante una posible caída de Bonavena. De esta manera pondría en carrera a Peralta pero su oponente era de cemento. Es por esto que el fallo coincidente de los jurados no extrañó a nadie y Bonavena fue a festejar a las tres y media de la madrugada su título nacional a la casa de su madre Doña Dominga.

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