viernes, 31 de agosto de 2012

Ringo Playboy

No era Hugh Hefner, el fundador de la revista playboy, pero su amor propio hacía que sus declaraciones llamen la atención de las muchachas. Las mujeres tuvieron un rol trascendente en la vida de Oscar Bonavena. Desde el posible complejo de Edipo con su madre hasta morir en la puerta del negocio del marido de la mujer con la que compartió sus últimos momentos. Se jactaba de ser el super macho, el playboy argentino. Hasta el día de hoy poco se sabe de las mujeres que estuvieron con él. Siempre fue muy apegado a su madre Doña Dominga. Llegó a decir que “el que quiera tocar a mi vieja lo mato”. Dora, la madre de sus dos hijos, fue su compañera en varios viajes que hizo Ringo. Pero la que sin duda tuvo más repercusión después de que Oscar muriese fue Sally, esposa del mafioso Joe Conforte. Seguramente el pecado mortal de Ringo fue ser el amante de Sally. Cuando en 1976 parte por última vez para EEUU, su nueva amada se encargó de solucionarle todos sus problemas. Era su protectora y financista. La madama del Mustang Ranch, prostíbulo que quedaba en Nevada, era 26 años más grande y era diabética y semilisiada por un accidente automovilístico. Es hasta el día de hoy que la familia duda sobre la existencia de un amorío entre estos dos personajes. Las chicas en la vida de Ringo fue influyente aunque no se lo consideró un mujeriego. Nació, vivió y murió rodeado de mujeres. Sin dudas fue un sex symbol a lo argento.

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