miércoles, 29 de agosto de 2012

Bonavena y la mafia

En la segunda pelea contra Joe Frazier, Oscar Bonavena sintió la mano negra de la mafia. El 10 de diciembre de 1968 Frazier ganaba en Filadelfia y por primera vez en la vida de Ringo se hablaba de arreglos de peleas, de cosas raras. El mismo Bonavena, de regreso a Buenos Aires decía: “Todavía hay ingenuos que suponen que un título mundial se puede ir a buscar a esos lugares con garantías de imparcialidad. Como Frazier no es gran cosa, tuvo árbitros y jurados a su favor”. Los hermanos de Ringo confirman amenazas antes de esa pelea, desde secuestrar a su hija Adriana hasta matar a su hermano José. Otros testigos aseguran que cuando Bonavena tuvo para liquidar a su contrincante, no lo hizo. Además su hija no fue a verlo al estadio por orden su Ringo. Un año más tarde, Ringo denunció que las peleas del Luna Park estaban arregladas. Le bastó decir esto para que el promotor del estadio lo alejase por un tiempo de las peleas en ese lugar. El 21 de enero de 1976 Bonavena partió hacia Estados Unidos más precisamente a Reno, Nevada famoso por sus salas de juego y por sus leyes que facilitan los divorcios inmediatos y el negocio de la prostitución. Ringo se encontró con todo eso. Giuseppe Conforte, después llamado Joe, es un italiano nacionalizado estadounidense que compró el contrato de Ringo. Conforte tenía una esposa llamada Sally que estaba enferma y era renga. Cuando Bonavena llegó a Reno, Conforte ya se había convertido en uno de los hombres más poderosos de la ciudad y Sally en su salvadora. La cercanía entre el boxeador y la madama del Mustang Ranch, burdel del cual Conforte era el propietario. El 27 de febrero Bonavena realizó la primera pelea en Reno bajo las órdenes del mafioso Conforte, también sería la última de su vida. Acostumbrado a pelear en el Madison Square Garden y en el Luna Park, esta vez era en un local con una inusual postal y contra un desconocido boxeador: Billy Joiner. Hombres y mujeres con trajes elegantes, enjoyados y, como era habitual en esos lugares, prostitutas. Políticos, gente del ambiente artístico comiendo, gritando y fumando. Arriba del ring le tiraban con comida a Ringo que ganó por fallo unánime. No era lo que Ringo fue a buscar allá. Bonavena firmó el contrato con Conforte para que le organizara una nueva pelea con Muhammad Ali. El boxeo pasó a un lado en los últimos meses de Ringo. Se volvió jugador compulsivo y se dice que hasta se casó con una prostituta. Bonavena no percibió el peligro que le deparaba el reino de la mafia. Sabía sobre un negocio de tráfico de drogas, salía con la esposa del Señor Mafioso y hasta usaba las instalaciones del Mustang Ranch como si fuese de él en ausencia de Conforte. Sigue sin confirmarse por qué el 22 de mayo de 1976 Willard Ross Brymer, el guardaespaldas de Conforte, mató al extrovertido boxeador argentino de un disparo en la puerta del Mustang Ranch. A Reno fue Ringo por la gloria y volvió en un cajón. Por ambicioso o por ingenuo le tocó la muerte. Lo que seguro no sabía era que meterse con la mafia era suicidarse.

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