El 25 de mayo de 1935, James Cleveland “Jesse” Owens
pasó a la fama internacional al batir cuatro récords mundiales en una
competición estatal en Michigan. Esos récords fueron en 100 metros lisos, salto
en longitud, 220 yardas y 220 yardas con vallas. De esa forma se ganó la plaza
para participar al año siguiente de los Juegos Olímpicos en Berlín.
En Alemania estaba Hitler, líder de un régimen
autoritario que ponía a la raza aria sobre las demás.
Owens era negro e hijo de un granjero. Hasta ese día
se ganaba la vida trabajando en una estación de servicio. De joven se podía
saber que su fuerte era el atletismo. Hubo muchas universidades que querían
ficharlo y terminó eligiendo la Universidad Estatal de Ohio porque le
prometieron trabajo a él y a su padre. En ese lugar consiguió sus primeros
récords. Ocho campeonatos del National Collegiate Athletic Association fueron
el resultado de su paso por la universidad entre 1935 y 1936. Con su velocidad
sorprendió al mundo del atletismo. Tenía un gran desafío. Demostrar, en la cara
de Hitler, que la teoría nazi era equivocada. Después de su actuación en
Michigan se ganó el sobrenombre de “El antílope de ébano”.
Al llegar el momento de la competencia olímpica,
Hitler celebraba efusivamente los triunfos de los alemanes. Aplaudía con
entusiasmo hasta que llego el turno del norteamericano de raza negra y pobre
pero que, un año atrás, el mundo había puesto los ojos en él.
Jesse consiguió cuatro medallas de oro sumando que
conquistó estas preseas con récords mundiales. En la cuarta lograda por el
atleta, Hitler se retiró enfurecido del estadio y omitió el saludo con Owens.
De todos modos Owens le quitó importancia a esta
anécdota histórica y replicó al reprochar:“Cuando
volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude
viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía
vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco
fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al Presidente”. Ante este hecho,
Franklin Roosevelt admitió que no recibió a Owens porque se encontraba en
campaña presidencial y temía reacciones de sectores rascistas.
Después de los Juegos, se tuvo que ganar la vida auto
promocionándose, animando espectáculos. Hasta como diskjockey de una disco en
Chicago. Organizaba carreras contra caballos y puso un lavadero que no
prosperó. También se hizo bailarín y trabajó con los Harlem Globetrotters.
Jesse Owens
nació en Oakville, Estados Unidos, el 12 de septiembre de 1913. Participó de
los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Ganó las medallas doradas en los 100 y 200
metros lisos, salto de longitud y en la carrera de relevos 4x100 metros. Por
esto fue el atleta más importante y exitoso de esos Juegos.
Murió
prácticamente en la pobreza en Tucson, Arizona, el 31 de marzo de 1980.
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